Catequesis Familiar

Entrada: Catequesis Familiar. Alumno: Leonardo Sidar Robelo Espinoza. Gracias a Dios en nuestro matrimonio vivimos comunidad de vida y amor, nuestra misión es custodiar, revelar y comunicar el amor de nuestro señor Jesucristo. Ya que el amor se transmite principalmente en la familia. Estamos sirviendo a la Iglesia con el fin de formar una comunidad de personas que busquen el servicio a la vida, desarrollo de la sociedad y misión a la Iglesia. Este trabajo evangelizador lo hacemos casa por casa todos los días. A la vez esto nos ayuda a nosotros como matrimonio naciente para cuando Dios nos envié nuestros hijos estar preparados para evangelizarlos en la fe. Hemos enseñado y ponemos en práctica aprender amar, ya que amar es el desarrollo afectivo del ser humano. Ya que en la familia es donde se hace posible el amor, un amor sin condiciones; los esposos inician con una promesa de amor, cuando nacen sus hijos los quieren porque son sus hijos, no por sus cualidades. La familia es un centro de intimidad y apertura, en la familia es donde cultivamos lo humano del hombre, enseñarlo a pensar, profundizar y a reflexionar, esto les ayudara a aprender el cultivo de las virtudes, el respeto que es el guardián del amor, la honradez, la generosidad, la responsabilidad, amor al trabajo, la gratitud. Y esto nos invita a ser creativos en el cultivo de la inteligencia, la voluntad y el corazón. Llevamos 9 meses de habernos casado ante el altar de nuestro señor, y hemos venido desarrollando el amor mutuo, que será el modelo y regla que enseñaremos a nuestros futuros hijos e hijas, y esto nos ha ayudado a estar unidos en los momentos de alegría y en las dificultades. Y queremos que nuestros hijos miren el amor de sus padres como pareja y ser el ejemplo de su educación. Y por eso debemos amarnos, conocer, confiar, un amor paciente, servicial y comprensivo como esposos. Esto ayudara a nuestros futuros hijos a que alcancen la vocación a la que han sido llamados por nuestro Creador. Todo esto nos ha ayudado en el transcurso de esta semana, hemos asistido a evangelizar juntos como matrimonio, hemos compartido el amor nos ponemos de acuerdo en cocinar, lavar los platos, la ropa, y somos ejemplo a nuestros familiares y hermanos en Cristo Jesús y María Santísima. Asistimos a la boda eclesiástica de mi hermana con su esposo y compartimos con nuestros familiares de Canadá, España, Panamá, USA, Alemania, Nicaragua, en familia realizamos una despedida y un hasta luego, donde compartimos el evangelio del domingo, rezar juntos, compartir juntos la santa eucaristía en la boda, llevar la liturgia (bueno aunque un hermano mío de los nervios se fue directo al altar, creo que el señor lo llama a ser sacerdote jejeje). Fue una excelente experiencia de vida. Ya que el amor de nuestro Señor se está manifestando cada vez más y ayuda a la conversión de nuestros familiares que tanto lo necesitan. Gloria a Dios.